jueves, 9 de enero de 2014

Enero 9

Hacer este ejercicio es extraño. En principio pensé que iba a intentar escribir pequeñas historias o poemas, pero hoy que de hecho escribí algo por el estilo, preferí publicarlo en mi otro blog. El problema es que no sé sobre qué escribir ahora.

Yo no creo en la inspiración, creo en la reescritura, en escribir tres o cuatro veces un parrafo, en empezar de diez maneras distintas. Claro, a veces uno tiene ideas geniales, pero para que esa idea sea un producto que valga la pena se requiere más que una musa, se requiere trabajo, lectura, instinto. He conocido a cientos de personas que escriben mejor que yo, pero también a miles de individuos que actuan como si fueran el proximo nobel literario, pero escriben como si estuvieran cagando mientras teclean, hacen las cosas como por salir del paso, tienen parrafos demasiado largos, conversaciones planas, comparaciones idiotas. No saber que escribir es el miedo basico del escritor, tener la hoja en blanco al frente y no saber cual es la mejor manera de empezar, de seguir o de acabar. Por eso respeto a superman, poder escribir 5000 palabras por segundo a supervelocidad no lo hace un buen escritor, ni le quita el miedo a la hoja en blanco. Allí, frente al papel, es tan humano y fragil como cualquiera de nosotros.

Pensaba además, ahora que salí a tomar aire fresco, en que escribir esto es como ir a la cita con mi psicoanalista, todo el tiempo estoy reflexionando sobre mi y proponiendome explicaciones.

No hay comentarios: