lunes, 27 de enero de 2014

Enero 27

Saber que hay gente leyendome me encanta. Es importante que entiendan que si bien a menudo soy extremadamente sincero con las cosas que cuento aquí, también es cierto que no todo lo que publico es, de hecho, reflejo de situaciones reales que estoy viviendo. A mí tambien en ocasiones me cuesta entender la diferencia; la carta de ayer por ejemplo ( que bajé y subí en tres ocasiones porque no terminaba de gustarme) es una carta verdadera, incompleta pero verdadera; sin embargo lo de la mujer mayor es un poco divertimento, exageración. Eso no significa que no me parezcan lindas ese tipo de relaciones, sólo que me parecen más cheveres esas relaciones en las que el rol de tutor y el de protegido, son intercambiables.

Me acuerdo de que hace años, cuando empecé a escribir en blogs, por alla en el 2005, habían pocos blogs en Colombia, unos 500 si acaso. Ya entonces sentía la necesidad de ser leido y tras dos semanas de escribir empecé a tener un sueño que desde entonces me ha acompañado siempre que publico algo nuevo. Sueño que soy un computador, y que estoy conectado a internet, abierto en mi blog y que puedo ver a alguien leyendolo; generalmente es una mujer en un cuarto oscuro que sonrie. Entonces ella decide comentar, y cuando escribe su comentario puedo sentir como sus dedos pulsan mi teclado (que para esos que nunca han sido computadores: que a uno le pulsen el teclado se siente como un masajeador para la cabeza, que sube y baja despertando respuestas placenteras e inesperadas), y veo(siento) las palabras que tatua en mi pantalla. Las leo y me despierto contento de haber generado una respuesta. Solo que es sólo un sueño y aunque me despierte esperanzado, nunca encuentro el comentario en la vida real, ni tampoco a mi lectora onirica ( quien en ocasiones es hombre).




No hay comentarios: