viernes, 30 de enero de 2015

30. Ciruelas Pasas

Me encanta el helado, me ha encantado toda mi vida. Actualmente uno de mis sabores favoritos es el ron con pasas, que no sabe a ron pero tiene muchas uvas pasas. Cuando era niño nunca me gustó mucho. Era algo que comían los viejos, y las pasas aunque comestibles no eran realmente muy ricas. Pero si había algo que odiaba era las ciruelas pasas.

Las ciruelas pasas eran más grandes, más cauchosas, menos dulces que las uvas pasas, pero además tenian pepa y detestaba eso. Lo sorprendente es que aunque sigue sin gustarme mucho comerlas por sí solas, son un ingrediente indispensable para mi torta favorita. Amo el pudín de ciruelas pasas, amo su cubierta brillante, negra y deliciosa, amo su textura, amo su olor, amo todo de esa torta y me alegro mucho de algún día haberme atrevido a probarla. Pero no la hubiera probado sino fuera por una mujer.

A ella le entraban antojos extraños en la noche, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa e ir a cualquier parte para satisfacerlos, y a uno, como acompañante, no le quedaba más que rezar para que encontrara lo que quería porque de otra manera se ponía triste y rabiosa. Una noche a eso de la 1 se le ocurrió que deseaba un trozo de torta,  nos montamos en su carro y recorrimos media bogotá buscando una pastelería abierta. Finalmente, un poco cansados, a eso de las 3 am, decidimos entrar a un carulla 24 horas y comprar todos los ingredientes para hacerla nosotros mismos.

La torta fue un desastre: se quemó y sabía extraño, no feo pero extraño. Yo culpo al sueño, a los estados alterados de conciencia, a que probablemente usamos algo dañado y a lo que usamos para medir. A fin de cuentas, nos metimos un trozo grande en la boca, nos reimos mucho y me enamoré de la torta porque siempre que la como recuerdo lo mal que quedó esa noche y todo el amor que le pusimos a hacerla.


jueves, 29 de enero de 2015

29. Inevitable

Me pasa algo, me pasa alguien. Alguien ha estado dando vueltas en mi cabeza, ultimamente he conocido a gente encantadora, pero cuando hablo con ellas pienso en esa persona. Es como una enfermedad y me encuentro en tratamiento. Me zumban los oidos, me tiemblan las piernas, he vuelto a dormir temprano, quiero abrazarla, hablarle, escucharla, mirarla detenidamente hasta saberla de memoria.

Hay gente así, inevitable. Conocerlas es como despertarse en el ojo del ciclón, no hay escapatoría, todos los caminos llevan a ellas. No suelo escribir este tipo de cosas, pero es honestamente lo único de que hubiera podido hablar hoy.

PS. Pienso que me falta poesía, que debería decir las cosas con más arte, que puedo hacerlo. Pero tambien se me ocurre que en este blog no se piensa, no se pule, sólo se escribe y publica.

miércoles, 28 de enero de 2015

28. Un libro

Hoy fui a la librería Lerner a buscar un libro que necesito para mi maestría. Encontré el libro en cosa de minutos, pero no pagué inmediatamente, me quedé allí deambulando por los pasillos de la librería, mirando (como hago a menudo) por encima los títulos, recorriendo con los dedos los lomos, oliendo el aroma de los libros reunidos. Buscaba una especie de reconocimiento, como una especie de Deja Vu literario y, como siempre, encontré un par. Tomé los libros indicados, los fotografié para comprarlos cuando pueda y seguí deambulando. Entonces busqué (obviamente, no puedo ir a una librería sin hacerlo) los libros que nunca encuentro pero que siempre espero que, por un error de burocracia, esta vez hayan sido ordenados.

Cuando ya había terminado de deambular, y me dirigía a la caja para pagar mi libro, me encontré con el libro Aullido, y sonreí recordando a una librera. A L, mi librera favorita, la principal razón por la que me sentí a punto de comprometerme con una librería especifica. Una librería a la que hace meses no voy, y me digo que es porque han surgido cosas, porque tengo compromisos inaplazables, porque no tengo dinero para comprar muchos libros, porque me queda lejos, porque no me gustan los timbres, pero en realidad ( y es algo que me cuesta admitir abiertamente) la principal razón es que no quiero ir y encontrar a otra persona detrás de la caja.


No es que estuviera enamorado de ella, porque no lo estaba, pero ella me agradaba inmensamente, la sentía como a una amiga, una compañera en el viaje de la literatura. Siempre tuvo comentarios divertidos, siempre me atendió y escuchó con una sonrisa. Y supongo que lo hacía porque ese era su trabajo y que yo no debía tomarmelo como algo personal, pero lo hice. La quería a mi manera tonta, pueríl e inocente. Nunca antes había querido a una librera, para mí siempre habían sido como carceleros de los libros; sí, estaban dispuestos a dejar que me los llevara pero no eran mis amigos, ni mis rivales, ni mis compañeros de viaje, no eran personas, eran automatas que me pedían dinero para dejar al libro en libertad.

Así que hoy vi el libro y me acordé de ella y una sonrisa me nació.

martes, 27 de enero de 2015

27. Carta de Arturo a su novia.

Adriana: Apenas arribé a Algeria, asumí abenturero afan. ansiaba ardorosamente
devorar delicioso dromedario. Deseaba descansar dulcemente después de dar diente.
Restaurantero rechazó rupias recalcitrante. Reclamaba recursos reales. Rompiome
ilíaco. Internaronme indefinidamente. Infelis incapacitado. Ioré insoportable inactividad
Aguanté asta abril. Aprobeché aislamiento. Alejeme adolorido, analgésicos ayudaron.
Nilo norte, noté nieve naranja, nubes nacaradas, naturaleza, nenufares nerviosos
Analjesicos adulterados abian alebrestado alma amable. Abitaba alusinasion aterradora.

Konkubina, Kuando Kongo Kaminé, kise kompartirlelo. Kongo Kobija y konserva keridos
elefantes, elegantes eskorpiones, espantosas esponjas. Enamora enormemente.

Las llanuras Luandesas legaronme losana lucides. La loteríal lodo lansé. Lo lamento.
Estoy enjaulado en elucubraciones, esperanzas. Encontrarte espero enloquecido.

Alegría anhelaba, Adriana. ¿Abré actuado alocadamente?¿abrás abandonado amor?
Mi milagro, marchome.
Moverme mitiga mi miseria. Mencionarte me mata. Me
Olvidaste obbiamente, ¿otra opsión ofresí?

lunes, 26 de enero de 2015

26. Desactualización

Hay algo que cada día me ocurre más a menudo, me quedo contemplando el mundo en silencio. A veces ese mundo es una persona, a veces es una bolsa que vuela por el cielo arrastrada por el viento, a veces es una frase que siento resume al cosmo entero (hasta que ya no lo hace), a veces es un perro tirado al sol. Me fascina el mundo y no me alcanzan las palabras para transmitirte a tí ( mi lector(a)) mi fascinación. Y pienso que aunque supiera cómo transmitirtela, se desvanecerá pronto y nunca podrás ver con tus ojos lo que yo. Entonces me invade el silencio, que no es un silencio malo pero que quizás es un silencio egoista porque es feliz y no quiero compartirlo contigo.

Y ocurre que escribo en este blog porque quiero combatir el silencio, pero a veces el placer de no decir nada me puede más que el ansia de lucha. Entonces no actualizo. En ocasiones escribo notas en los buses con ideas para escribir, a veces tengo una frase que da vueltas en mi cabeza, y la tomo, y la acaricio cómo si fuera un gato que saca sus garras y se escabulle. Pero allí sigue, en una esquina, pidiendome que no le persiga, que le deje ser, que ya vendrá cuando tenga hambre o cuando me siente frente a este computador y le necesite.

domingo, 25 de enero de 2015

25. Aristóteles ( Su poética)

Aristoteles era un sabio, de eso no me queda la menor duda. El hombre estudió y diseccionó la tragedia y la epopeya como actos narrativos; identificó, nombró y valoró cada uno de los elementos que las componen. Y en general, por lo que pude entender, estoy muy de acuerdo con su valoración de los elementos. Lo que me cuesta aceptar es su pretensión de que existen formas artísticas superiores e inferiores.

Aristóteles sitúa la tragedia y la epopeya por encima de la comedia porque los personajes de ésta son personas normales y vulgares, y los de aquellas, nobles héroes. Desde su perspectiva, es natural que los autores que aspiran a la sabiduría y poseen personalidades nobles, se vean atraídos por sus modelos e iguales (heroes, sabios y dioses). Mientras los autores de genio vulgar prefieran, o sólo sean aptos para, realizar comedias y poesía burlesca. Esa idea de que es posible separar a los grandes talentos de los pequeños, por el género en que destacan o por la seriedad de sus escritos, es aún muy común en el mundo literario.

A pesar de Poe, Borges, Cortazar y Dostoievsky, el cuento es considerado un género menor, nunca comparable con la novela. Prueba de ello es que aún en los casos de autores que han descollado en ambos géneros, digamos Gabriel García Márquez, siempre se les recuerda más por sus novelas que por sus colecciones de historias cortas.

El humor, como en el monasterio de El nombre de la rosa, parece ser un tópico prohibido en la literatura seria, con la clara excepción de El Quijote. No es que se envenene a quienes se atrevan a escribir cosas que hagan reír, ni que su lectura se prohíba, pero no se les premia, no se les anota en la lista de lo mejores libros, no se les invita a las fiestas de lanzamiento. Leemos a Proust que dedica años a rememorar magdalenas, pero a Ignatius Reilly nadie lo conoce, y a autores como David Safier sólo se los lee a la orilla de la playa o esperando un avión. Y, a este paso, los cuentos de humor que me gustaría escribir jamás serán leídos por una sola alma.

sábado, 24 de enero de 2015

24. Mañana

Mañana probablemente me sentiré bastante mal, acabo de comer pizza en grandes cantidades y eso siempre me sienta mal. Pero es todo culpa de Marion Cotillard y su película Dos dias y una noche, que sé que a muchas personas les parece floja y muy poco interesante. La cuestion es que a mi la película me gustó pero lo que más se quedó en mi cabeza no fue la pelicula ni su drama, sino una pizzas pequeñas que comian todos los personajes en el almuerzo.

Me encantó esa idea, hacer pizzas es super sencillo y uno le puede agregar lo que quiera y comerselo como si todo fuera una cena o un almuerzo normal y corriente. Uno aca come mucho arroz pero yo no sé hacer arroz y no me gusta lo suficiente para aprender, pero sí me gustan las pizzas y me pareció una buena idea hacer pizza y comerla. El único problema es que la pizza me sienta mal y yo lo sé. Entonces hoy comí pizza, mucha pizza, al almuerzo y a la cena. Y sé que mañana me voy a sentir mal. Eso sí, disfruté inmensamente comiendome la pizza.

Y pienso que eso hago y hacemos a menudo. Pensamos sólo en el placer de hoy y no en el malestar de mañana. Tomamos, comemos, metemos en grandes cantidades porque hoy podemos y dejamos que la persona que seremos mañana pague nuestras deudas.

viernes, 23 de enero de 2015

23. Privacidad

He estado buscando a alguien en las redes sociales, y no encuentro a esa persona por ningun lado. Por un lado, me parece interesante que una persona se esfuerce en mantener sus redes sociales tan privadas como sea posible; incluso hallo respetable y admirable el hecho de que una persona viva sin redes sociales.Por el otro lado, todas mis redes sociales son absolutamente públicas. Mis fotos no tienen ninguna privacidad, mis notas menos, un desconocido que entrara en mi cuenta de facebook vería el 99% de lo que ven mis amigos. Vivo publicamente, o al menos esa es la impresión que quiero dar. La verdad es que mis cosas más intimas no las comparto con nadie, y no son tan intimas como podrían estarse imaginando.

Si alguien entrara en mi facebook esperando enterarse sobre mis sueños, mis planes para el futuro, mis expectativas, mis gustos musicales, mis comidas favoritas, sobre si tengo pareja o no, o si tengo algun interés romantico actualmente, entre otras muchas cosas, no va a encontrar lo que busca. Hallará textos optimistas, textos tristes, fotos, cosas que me preocupan o me hacen reir. Hallará suficiente información para delinearme, pero nada realmente importante.

Entonces pienso que si alguien pone tantas trabas para ser encontrado es quizás porque no siente que tenga mayor profundidad, o porque quizás vive y se muestra siempre honestamente. Lo primero me parece creible, lo segundo me parece imposible. En todo caso he seguido buscando porque, aunque me parta la cabeza pensando sus razones, no puedo saber la razón de las trabas sin conocer más a la persona.

jueves, 22 de enero de 2015

22. Laberintos

No sé. Hoy me ocurrió algo extraño, algo que extrañaba. Ignoro si el que lo extrañara es razón suficiente para llamar extraño a algo, pero me gustaría pensar que sí.

Lo que me gusta de conocer gente nueva es que me olvido por un rato de las tradiciones que, con la gente que me conoce de otras épocas, debo mantener. Entonces si se quieren despedir con un beso no tengo porque alejarme y reirme, puedo sonreir sorprendido y dejarme besar.

Siempre he sido el tipo de persona que sabe cómo llamar la atención de la gente, pero en Cartagena no hay mucho que hacer. Entonces uno aca, en Bogotá, conoce gente y es casi seguro que apareceran planes por sí solos: un concierto, una exposición, un lanzamiento, una conferencia, un viaje en bus, un paseo a las afueras, un cafe para el frio, un bar rock que aparece de la nada y toca una canción clasica que todos conocemos pero cuyo titulo no recordamos.

Creo que lo realmente extraño es que yo me muevo por las relaciones sociales como si fueran un laberinto. A menudo no tengo ni idea de si estoy tomando o no la decisión correcta, si acabo de decir una barrabasada o algo genial, si acabo de dañarlo todo o de decir algo que me hace ganar puntos. Nunca sé qué carambas estoy haciendo, carezco de toda perspectiva y, sin embargo, no suele irme nada mal para ser un insensato.

miércoles, 21 de enero de 2015

21. La vida

Esta mañana me desperté, como todas las mañanas, con una perra lamiendome la cara. La bajé de la cama, la saqué del cuarto ( mi puerta se abre si la empujan porque tiene la cerradura dañada), y planeaba dormir un rato más, pero mi tia me dió una noticia que me quitó el sueño: A mi tio Raúl, con quien compartí hogar durante años, le dió un infarto y está en cuidados intensivos.

Me quedé tieso. Mi tio es una de las personas más saludables que conozco, o no, no sé. En todo caso, uno recibe una noticia como esa y ¿qué hace? ¿Llama?¿Escribe?¿Llora?¿Reza?¿Lo ignora y vuelve a dormir hasta que sea una hora más adecuada para procesar esas noticias?

Yo soy terrible lidiando con las tragedias en las vidas de otras personas. No sé qué decir, no sé qué hacer, solo me quedo allí escuchando con miedo de tener que decir algo. Así que miro a la persona fijamente, sonrio si siento que debo hacerlo, digo los clichés necesarios, y a veces digo cosas que siento pero que son bastante estupidas.

De mi ultimo año del colegio hay dos cosas que decir: que yo me escapaba a menudo de clases y que me gustaba una chica llamada T. T era amiga de una amiga mia. Un día acordamos salir yo, T, nuestra amiga en común y el novio de esta amiga. Quedamos en que el viernes sería excelente y ese día, para arreglarme temprano y dar una buena impresión de calle, me escapé de clases a eso de las 10.

Cuando ya estaba listo, a eso de las 3, llamé a T. Quería confirmar cuando nos ibamos a encontrar y en donde. Incluso había mirado la cartelera de cine y sabía qué podríamos ver.  La saludé emocionado, y ella me dijo llorando que esa mañana su mamá se había muerto. La habían recogido casi al mismo tiempo en que yo me escapaba, así, aunque avisaron a todos los demás compañeros, yo no me había enterado. Los planes, sobra decirlo, se cancelaron.

Esa noche, junto con nuestra amiga, la visité. Ella estaba llorando desconosolada y yo permanecia en silencio mientras familiares, amigos y conocidos le decían cosas bonitas. Me sentí completamente inutil. Y es una sensación que, cada vez que recuerdo ese día, me invade de nuevo. Al partir, sin haber dicho más de cinco palabras, le dí un abrazo y le dije: "Si pudiera quitarte todo el dolor y sentirlo yo, lo haría." Entonces me fuí.

Ese soy yo en esas situaciones. Un tipo silencioso que luego dice cosas pendejas que arruinan por completo toda posibilidad de acercamientos posteriores.

martes, 20 de enero de 2015

20. Egoismo

Hoy empecé las clases de mi maestría, para hacer resumen de lo sucedido creo que basta con decir que me gustó mi grupo, me agradó la primera profesora, y conocí gente interesante que quizás podrían convertirse en mis amigos con el tiempo.

De lo que quiero escribir de hecho no es sobre mi maestría porque es posible que, si planeo escribir todos los días el resto del año, eventualmente el tema surja y tenga mucho más que decir entonces. De lo que quiero hablar es de algo que me di cuenta ayer.

Ocurre que soy una persona encantadora, y facilmente llamé la atención de dos personas con las que de hecho quería hablar más porque me había gustado lo que nos habían contado de sí mismas. Son dos chicas, de hecho. Las acompañé a donde iban a coger el bus, en parte porque me provocaba darles la oportundidad de conocerme mejor, y en parte porque me quedaba en el camino al transmilenio, más o menos.

El asunto es que hablando con ellas, contando las historias que siempre cuento, haciendolas reir, riendome yo y todas esas cosas, me di cuenta de algo. Me gusta tanto escuchar mi voz y hacer que otra gente la escuche que realmente no estaba seguro de como se llamaban, ni que hacían con sus vidas, o qué animales saben imitar, ni nada. Entonces les pregunté un par de cosas, y pensé que a pesar de mi tardío interés sigo siendo egoista.

Tambien pensé en que siempre hago las mismas cosas, más o menos. Es cierto que de vez en cuando pruebo historias nuevas,y chistes nuevos, y comentarios intelectuales nuevos, pero son pequeños elementos nuevos en un tapiz antiguo. Entonces se me ocurrio que además de ser menos egoista tengo que hacer menos uso de las rutinas tradicionales, y que ese es un buen proposito para lo que queda del 2015.

lunes, 19 de enero de 2015

19. La academia

Nunca me han gustado del todo las universidades, ni los colegios, ni los jardines infantiles. Claro, son un buen lugar para meter a los niños y jovenes para que no molesten mucho. Cuando salen ya son lo bastante mayores para que uno pueda relacionarse con ellos socialmente y no desear quemarlos vivos. De todas formas, a pesar de su innegable utilidad, no me gustó estudiar. Aclaremos, me gustó aprender pero jamás tuve una buena experiencia como estudiante.

No me gustaba el colegio, aunque ahora en retrospectiva prefiero el colegio en que hice mi primaria al colegio en que hice mi bachillerato. En el colegio estaba rodeado de niños insoportables que hubieran sido más utiles siendo convertidos en salchichas o Soylent green que en ciudadanos.  Yo tampoco era nada rescatable pero, siendo el centro de mi universo, no me hubiera querido convertir en el almuerzo de otra gente. Y luego las clases, en el colegio pretenden que aprendamos todo un universo basico de conocimientos sobre las cuales se podrá construir una profesión, o algo así. Y en principio estoy de acuerdo con ese plan, el problema radica en que me aburría escuchar como repetian las mismas cosas una y otra, y otra, y otra y otra vez. Dedicabamos dos meses al algo que yo había aprendido en la primera semana.

Ya lo dije antes, estoy de acuerdo con la existencia de los colegios, solo que no me gustó estudiar en ellos. Quizás ustedes piensen que la situación cambia en la universidad. Y hay cosas que son distintas, la gente es más grande y las clases son menos numerosas por lo que la cantidad de repetición innecesaria disminuye, pero en cierta forma la universidad es peor.

En las universidades abunda la gente harta (sobre todo en el area de las ciencias sociales y humanas) me refiero, obviamente (para mí, que estoy en mi cabeza), a esa gente que aprendió un monton de conceptos y ahora se siente iluminada, brillante, como si supiera algo que nadie más sabe, parte de un grupo de elegidos y ahora, como todos los elegidos, tuviera que predicar la palabra de Habermas, Foucault o la Buttler a todos los descreidos y regodearse en ella.

El gran problema de la academia es que nos hace olvidar la vida, el mundo real, diverso e infinito que habita más alla de la ventana. Uno no puede ver, de veras ver, el mundo y andar predicando.

Asi que mañana regreso a un sistema académico como estudiante y lo único en que pienso es qué tan hartos y misioneros serán mis compañeros. 

domingo, 18 de enero de 2015

18. Lucky

"We all dream of people we'll never get to know; but then again, sometimes we meet people who are the stuff dreams are made of. And if we are really lucky, they may believe we are pretty dreamy too."

sábado, 17 de enero de 2015

17. Depresión

Hoy me vi una película: "Dos días y una noche" que se ubicó en el primer puesto de mi lista de este año. Es una historia interesante, y se desarrolla de una forma muy europea (o muy similar a los documentales, segun se quiera), camara en mano, planos largos, sonidos ambientales, muchos silencios, una humanidad sin endulzar. Lo que quiero decir es que me gustó y me pareció muy humana.

Me encantó sobre todo lo que se muestra de la depresión. No pienso que les revele nada importante al adelantarles que la razón por la que ella debe visitar a sus compañeros para renuncien a sus bonos y ella pueda conservar el trabajo (todo esto está en la descripción de la película, no son spoilers) es que sufrió de depresión y ahora que está recuperada quiere regresar al trabajo.

En algunos momentos la protagonista pierde la voz, en otros se hecha a llorar; la actuación de Marion Cotillard le imprime al personaje una emocionalidad latente, su rostro y sus gestos expresan un dolor contenido que se quiere mantener secreto. Y eso es importante, una de las cosas más dificiles de la depresión es que uno sabe que hablar de lo que uno piensa, siente o teme es una carga para otras personas, uno lo contiene todo, lo sufre todo solo, no quiere cargar a nadie más con esas cosas.

Estar deprimido es algo muy dificil, pero más dificil es volver a vivir despues de la depresión. Y creo que es eso lo que la película nos muestra más claramente. Volver a salir al mundo, a creer en las personas, a creer en uno mismo y en su valor, volver a pensar en un futuro que no es una tumba oscura, volver a tener ojos como girasoles, abiertos y devorando todo lo que ocurre a ambos lados del camino. Esa es la parte dificil. Nos atormentan las preguntas como: ¿volveré a romperme? ¿Seré capaz de volver a trabajar? ¿Seré capaz de volver a ver a las personas que quería y aceptar su cariño?


Me gustó mucho Dos dias y una noche, no creo que vuelva a verla en mucho tiempo pero se la recomendaría a otra gente.

viernes, 16 de enero de 2015

16. Trabajar en cultura

Hace dos años tuve la oportunidad de entrevistar a Mario Jursich para mi tesis. Es posible que ya haya hablado de esto, pero creo que sigue siendo relevante porque esa entrevista me permitió salir de closet con respecto a algunas de mis creencias más profunda en lo referente a la producción para medios y el arte.

Mario me dijo que consideraba que producir sin pensar también en el negocio es un error catastrófico, uno no puede inventarse una revista, un programa de radio, una serie televisiva o una pelicula pensando en que si es bonita y artistica, van a aparecer miles de personas a darte plata por eso. Uno no puede creer que el mundo real es una especie de circulo virtuoso en que nada más arrancar una persona va a traer a tres más y éstas a nueve, y éstas a ventisiete. El mundo profesional no funciona así, y uno no hace una revista, un programa o una pelicula para que la vean los amigos y luego se quede empolvada en un closet. O bueno, hay quienes lo hacen así y muy chevere por ellos.

Cuando uno quiere ganar dinero, tiene que pensar en el público. Ahora, ni yo ni él creemos que pensar en el publico sea producir sólo aquello que es moda o que es extremadamente popular. Pensar en el público es entender qué clase de cosas le interesan a nuestro público objetivo. Seguro, las telenovelas biográficas le gustan a la gente, pero no es todo lo que les gusta; el futbol les encanta y se vende muy bien, pero cuando a los ciclistas colombianos les fue bien, todos estaban pendientes de ellos. Las personas no son consumidores unidimensionales, son seres complejos y si uno es capaz de proponerles cosas que apelen a aquellas necesidades y deseos que no están siendo satisfechos, puede ganar mucho.

Hace un tiempo en la Z, una emisora de bogotá, existía un programa de salsa maravilloso. Lo transmitian al medio día y lo escuchaba medio mundo. Millones de oyentes diariamente estaban pegados al programa, el director y locutor pasaba salsa de la buena, y la gente respondía. Un genio de mercadeo dijo: "JA! tenemos millones de personas como audiencia cautiva, vamos a cambiar el formato y a pasar sólo salsa romanticona porque esos cantantes están vivos y pueden pagarnos para que los pasemos. " Sacaron al director del programa y un par de semanas despues, nadie los escuchaba.

La gente no es pendeja, ellos no ven un prime time, ni escuchan un programa porque no tengan otras cosas que hacer, lo hacen porque quieren y, si les quitan lo que les gusta, se van a ir. De igual manera, si uno ofrece algo que a la gente le guste, la gente va a responder. Pero no lo van a hacer por la buena voluntad de su corazón sino porque los toca, porque se hizo el trabajo de llegar a ellos, de enamorarlos, de tenerles paciencia.

Y ese trabajo es que le falta a mucha gente y muchos proyectos del ambiente cultural. Ellos creen que basta con existir. Eso es como pensar que para enamorar solo es necesario pasar varias veces frente a la otra persona. Entonces montan obras de las que solo se enteran sus amigos y familiares ( y cuatro o cinco gatos que empezamos a reconocernos porque siempre somos los mismos), o se inventan revistas que se venden una vez al año en 5 librerias de todo el país.

No digo que sus intenciones estén mal, ni que deban vender sus almas al comercio. Digo que si quieren convertirse en verdaderas alternativas al mainstream, si quieren seguir existiendo para dar voz, para opinar y todas esas cosas importantes que desean, tienen que llegar a más gente, conseguir más público, y no solo de la manera tradicional (sus amigos y familiares se reproducen). Claro esta que esto que digo es sólo para aquellos que tienen metas más altas que ser el hobby al que dedican cuatro fines de semana al año.

jueves, 15 de enero de 2015

15. Dorar la pildora

Ocurre que yo supongo que soy algun tipo de intelectual. Y ocurre tambien que los otros intelectuales me caen mal. Es una tendencia que empecé a notar cuando tenia 13 años, yo estudiaba con una chica llamada Lina que se creía lo más porque se sabia los nombres de los autores de algunos libros importantes. Quizás sobre simplifico el asunto, ella quizás si tenía algo de inteligencia rescatable y como tuvo unos 4 novios antes de graduarse ( y todos eran chicos malo, esto es importante) seguro que además era interesante y besaba rico o algo. El punto es que un día, para demostrar que yo no sabía nada se puso a preguntarme cosas sobre literatura, yo pienso que ella hubiera podido lograr dejarme mal ( y es que seamos honestos, yo nunca recuerdo nada.(Seré muy intelectual, pero soy extremadamente olvidadizo)) sin embargo, en la segunda pregunta no admitió mi respuesta por un asunto tecnico y me emputé.

Ella me preguntó quien había escrito Dracula, yo dije: "Duuhh... Bram Stoker, la clase de biologia no es un momento adecuado para andar molestando. Dejame dormir.". Entonces se rió, el profesor nos miró y nos dijo que dejaramos de molestar. Ella empezó a cantar: "equivocado, equivocado". Me dí la vuelta y levanté la mano para pegarle. Yo estoy en contra de la violencia, pero ella se había ganado un golpe suave o algo, creanme.  El profesor nos sacó del salón, nos dijo que iba a llevarnos en persona a donde el coordinador, y mientras esperabamos afuera, en medio de las risas, Lina me dijo: "Bobo, no se llamaba bram. Se llamaba Abraham."

Yo nunca le pegué a Lina. Pero desde ese día casi siempre que conozco a gente intelectual que se fija demasiado en cosas pendejas ( y todos lo hacen ( excepto los cheveres como yo, pero nosotros somos mañosos de otras maneras) todos) me dan ganas de pegarles y me voy del lugar. Hoy quería explicar porqué pienso que la división entre cultural y comercial es una pendejada, pero lo dejaré para otro día.

miércoles, 14 de enero de 2015

14. Un día largo

Originalmente esta entrada iba a llamarse: "Almodovar, mantequilla de maní y un charter de Satena." La razón de ese título era que leí y releí un libro de Almodovar esperando mi avión ( maravillo libro por cierto); no desayuné ni almorcé, pero comí mucha mantequilla de maní que había comprado porque es deliciosa, y por un par de horas parecía que la situación iba a resolverse montandonos a todos en un avión de Satena, un Fokker nosequé. Cuando dijeron lo del fokker me emocioné, siempre había querido ir en una cosa de esas. Pero luego compre una revista, comí pollo y viajé con LAN; y lo lamento pero "Vanidades, Kokoriko y Airbus de LAN" simplemente no tiene tanto encanto.

Pero no les he contado lo que pasó. Resulta que el doctor, aquí presente, se durmió tardisimo ayer y hoy madrugó para tomar un vuelo a las 7:40 AM. El vuelo era con VivaColombia, y por razones tecnicas ( algo pasó en medellín pero no tenía la presencia de mente para averiguar qué) el vuelo tuvo que ser cancelado. La gente enloqueció, gritaban, peleaban, lloraban, hicieron como 500 listas ( en todas me anoté) y finalmente una señora salió a contarnos en voz muy baja que teníamos tres opciones: reembolso, traslado a otros vuelos de otras aerolineas el mismo día o viajar otro día.

Pidieron que nos organizaramos para que los primeros en irse fueran los sujetos con prioridad: mujeres embarazadas, deportistas famosos, millonarios, gente de la tercera edad, etc.  La cosa es que lentamente empezaron a pasar gente a otros vuelos, pero el día avanzaba y el proceso era lento. Para las medio día había gente programada para vuelos a las 7 pm, y unas cuarenta personas seguiamos necesitando que algo se resolviera. A todas estas yo ya estaba en un estado de cansancio/sueño tal que si leia no escuchaba y si escuchaba no leía porque no daba para hacer dos cosas. Y para darme fuerzas comía mantequilla de maní.

Hacia las 4 nos prometieron que quedaban más de 30 cupos para vuelos tipo 10 de la noche, menos de los que eramos, pero unos 10 preferían que les pagaran un hotel y quedarse otro día. En todo caso parecía una buena opción, sin embargo, si eso no salía, iban a llamar a un charte de Satena que llegaría a eso de las 11 y saldría rayando la media noche. Y yo a todas estas estaba releyendo el libro y comiendo mantequilla de maní. Tambien escribí muchas cosas en twitter pero nadie me prestó atención.

Finalmente a las 6 me metí en un grupo que iba a irse con LAN a las 9. Eramos 5, y creo que fuimos los afortunados. Otros se iban con avianca a las 10 y algo. Y tengo la sensación de que hubo gente que se quedó sin vuelo.

Cosas que aprendí hoy:
- No puedo alimentarme exclusivamente de mantequilla de maní, cuando lo hago me parece rica pero no la disfruto.
- Cuando tengo sueño me pongo sensible y por eso tomo malas decisiones; sin embargo pienso en cosas muy cheveres.
- La gente se pone violenta cuando les recuerdan que el universo no gira alrededor de ellos. Una mujer se metió en la oficina de VivaColombia y casi mechonea a alguien porque hubo gente que viajo en la mañana y a ella le tocó a las 5 de la tarde.
- Si la gente se mantuviera más calmada y las oficinistas hicieran las listas de forma organizada, este tipo de sucesos se podrían resolver con más facilidad y menos traumatismo.
- Leyendo sobre el desierto del sahara descubri que la unica naturaleza que de verdad me emociona es la desertica.
- Un padre sobreprotector es cosa seria. Se ofendió porque su hijo ( que les juro tenía minimo 16) salió de la sala de espera cuando cancelaron el viaje, cabe anotar que el hijo estaba con su hermano que seguro tenía como 20. Insultó a medio mundo porque su "niño" ( asi dijo) hubiera podido tener un accidente, o cruzar la calle, y quien se iba a hacer responsable. Y les juro que dijo esas cosas.
+ bueno, quizás exagero, quizás el chico tiene necesidades especiales y quizás es de esos que tienen 9 y parecen de más.


martes, 13 de enero de 2015

13. Hoy me llamaron Gardel

Hoy me llamaron Gardel por eso que escribí hace unos días acerca de volver. Tuvo una buena respuesta en facebook, así que presumo que no era un mal escrito.

Hay algo que a mí siempre me ha preocupado, que no me siento tan bueno como la gente parece pensar, en ningun sentido. Por un lado, hay quienes dicen que soy un buen escritor, talentoso y todas esas cosas, pero yo no me siento así. Yo creo que he aprendido a escribir pero que me falta mucho para poder considerarme bueno. Y otra cosa, hoy leyendo a alguien, se me ocurrió que escribo muy similar a Haruki Murakami; hay toda una mescolanza de melancolía, poesia, cotidianidad y esperanza en ambos. Me gusta eso, y no me gusta.

Me gusta porque me encanta leerlo, además es un autor exitoso y si bien ser como él no me va a asegurar el exito, ni mucho menos, me gusta saber que escribo cosas que la gente podría leer. Pero no me gusta porque no es así que quisiera escribir... Yo sé, soy terco y debería aprender a ver por donde voy y seguir los caminos que me resultan más a la mano en vez de andar inventando cosas. Yo sé. Sin embargo, me gusta más el humor que la melancolía; preferiría hacer que las personas sonrieran y se rieran leyendome que hacer que lloren; amaría que llevaran mis libros a la playa. Quisiera ser ligero y dulce, ser una lectura banal pero encantadora y recomendable.

No sé... Pienso que justo este año es el momento ideal para decidir quién soy al final y ver para donde va esto de escribir, si es que va para algun lado.

lunes, 12 de enero de 2015

12. Cartagena

Mucha gente cree que no quiero a Cartagena sólo porque prefiero vivir, trabajar, amar y todas esas cosas cheveres, en cualquier otra parte. Yo sí quiero a Cartagena, he vivido  en ella unos 24 años más o menos, y algo de ella se va quedando dentro de uno. Hay amores profundos y sinceros que nacen de la costumbre, y así es mi amor por esta ciudad. El problema es que no hay más nada entre nosotros que eso, no hay pasión, no hay admiración, no hay amistad. Entre Cartagena y yo sólo existe la costumbre de coexistir pacificamente.

Algo similar me pasa con mucha gente. Me agradan, me entristecería que le ocurriera algo como que se cayeran de un lugar alto o se enfermaran de algo serio. Sin embargo, eso no significa que me interese compartir tiempo con ellas. El cariño no implica tener la obligación de quedarse con alguien que no encaja en el rompecabezas que es la vida de uno.

domingo, 11 de enero de 2015

11. Violencia

Mi abuela siempre decía que la violencia era la peor respuesta porque sólo genera más violencia.  Por otro lado, la cultura ha pretendido enseñarme que, si la victima es una persona mala, todo acto de violencia puede estar justificado.

Yo no creo en nada de eso.Y es muy pertinente por lo ocurrido con Charlie Hebdo, que es una revista que se burlaba de todo en francia, de los catolicos, los nacionales, el presidente, los políticos, los inmigrantes, los musulmanes, la burka, etc. Yo siempre he dicho que Dios es humor, y que si uno no aprende a reirse de uno mismo y de la vida en general, no está haciendo las cosas bien. Pero una cosa es hacer chistes o comentarios graciosos, y otra cosa es ser un maton o bully.

Imaginemos una revista en Estados Unidos de America durante la decada de 1930; una revista en la periodicamente se burlen de todo, y cada cierto tiempo su portada fuera un chiste sobre los negros. Podría ser algo como dos hombres vestidos con las prendas del KKK parados delante del cadaver de un hombre negro, y uno le dice al otro: "Creen que cerrando los ojos se hacen invisibles, son tan listos".

No es lo mismo burlarse de quienes detentan el poder que de quienes son maltratados y perseguidos por ser quienes son. Lo primero es una labor importante para la democracia, lo segundo es simple y llano abuso, es violencia.

Y la violencia genera violencia. Imaginemos ahora a un niño que le quita la plata a todos sus compañeros en el colegio, y un día un niño, que se sienta detras del abusador, en medio de una clase le clava un lapiz en el cuello y lo mata.
¿Está bien que lo haya matado porque abusaba de otros?
¿Reconocer que era un abusador lo convierte en el unico criminal?
¿Somos capaces de juzgar a ambos por lo que hicieron, de manera independiente?
¿El que un niño ataque a otro hace que todos los niños sean criminales en potencia?
¿Si el niño asesino pertenecia a alguna cultura, raza o religion en particular, eso da pie para hacer un control más estricto de todos los niños que pertenezcan a ella?


sábado, 10 de enero de 2015

10. Alcohol

Hoy mi madre cumplió 20 años sin tomar. Hubo una celebración en su grupo y asistí a ella. Me pidieron que hablara pero me negué porque no tenía nada que decir. Cuando ella dejó de tomar yo apenas tenía 10 años, y sé que hay mucha gente que de esa edad recuerda muchas cosas; sin embargo no es mi caso. Recuerdo, claro, que ella tomaba con mi papá, que hacian reuniones en mi casa para tomar y ver boxeo, futbol, y cosas así. Aunque ella diga que no, estoy bastante seguro de que sí iban a un bar a menudo. Puede que sólo tomara con él, y que por eso se considerara una bebedora social, pero no solo tomaban en eventos familiares En todo caso, no sé si ha cambiado desde que dejó el alcohol, supongo que sí y me alegra que lo haya dejado, y me sentí muy orgulloso de ella en su aniversario. A pesar de todo no tenía nada que decir.

Yo no siento un cariño especial por el alcohol; me gustan la cerveza y el vino pero tomo muy de vez en cuando. No me siento orgulloso de tomar, ni de hacerlo poco. Lo que sí es cierto es que me molestan mucho los borrachos, los detesto, no me gusta lidiar con ellos. Asi que me alegra que mi madre no beba, me facilita la vida, y me gustaría que menos gente lo hiciera.

viernes, 9 de enero de 2015

9. Finito

"Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile." decía Hipocrates. Bueno, él no decía eso porque la frase está en latín e Hipocrates era griego. Decía más o menos lo mismo pero en griego. Si lo hubiera dicho en español hubiera sido algo como: "La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, confusa; el juicio, dificil".

A mí siempre me ha gustado esa frase, me recuerda siempre lo limitados que somos los humanos. La vida no será nunca suficiente para hacer todo lo que deseamos hacer y aprender todo lo que anhelamos saber; los caminos posibles ( y sus desvios e interconexiones entre sí) son contados y solo podemos acceder a ellos en ciertos momentos; nuestras interacciones con el mundo y las demás personas sólo podemos comprenderlas a través de nuestros conocimientos, expectativas y memorias, y siempre es posible que nos estemos equivocando. El juicio, tomar decisiones, saber qué es lo mejor, qué es lo más sabio, es dificil. Como humanos, nos enfrentamos todo el tiempo a lo desconocido y nuestras herramientas son limitadas.

Hay quienes se sienten asustados por eso. A mi me emociona. Claro que da miedo equivocarse, dar un paso en falso y caer al abismo o ser devorado por una ballena; pero a pesar del miedo me alegra saberme limitado y mortal. Aunque eso sí, la mortalidad no tiene sentido sin elecciones. Tenemos sólo una vida para enamorarnos, para aprender, para viajar, para ver televisión, para estar con la familia. Y cada vez que elegimos algo o alguien, estamos dandole una importancia suprema, estamos diciendo: En el interminable mar de la vida, es a tu puerto, a tu isla, que quiero llegar. No porque no tenga más opciones, sino porque te he elegido a tí para disfrutar de la porción de eternidad que me pertenece.

jueves, 8 de enero de 2015

8.Volver

He estado pensando en varias cosas hoy. Una de ellas es que tengo la sensación de que no voy a volver a Cartagena. Hoy caminé por ella y tuve la extraña sensación de que me estaba despidiendo. No es la primera vez que me ocurre, en otras ocasiones he sentido lo mismo cuando he pisado por ultima vez un lugar que quise, o visto por ultima vez a alguien que quiero. Y no es que nunca haya vuelto a ninguno de ellos, a un par regresé muchos años despues y a una persona volví a verla eventualmente. No es una sensación de adiós, es una sensación de partida.

Cuando se vuelve, se descubre que todo ha cambiado, el lugar o la persona y uno mismo. Y se abraza a la persona, se recorren las calles, se buscan los bares, los expendedores de vicio, los personajes conocidos. Si se es reconocido se saluda, se sonrie y se parte con la sensación de que volver es inutil.

Volver podría facilmente ser la palabra de este año. Es eso lo que en el fondo de mi alma deseo, volver a vivir, volver a querer, volver a confiar, volver a tener presente, volver a quererme, volver a ver cosas que extraño. Y, como nunca se vuelve al mismo lugar, probar cosas nuevas; quiero volver para dejar de extrañar y empezar a redescubrir(me).

miércoles, 7 de enero de 2015

7. Precipicio

Entre tu y yo hay una brecha, un precipio, de tal manera que aunque seamos capaces de comunicarnos somos incapaces de saber si estamos hablando de la misma cosa, si compartimos las mismas impresiones, o si vemos lo mismo.

Es muy obvio en el problema de las razas. Cuando uno crece rodeado de personas de una determinada raza, se le facilita ver diferencias entre dos especimenes similares. Si yo veo una pelicula de japoneses, en que hayan 5 mujeres de caracteristicas parecidas (edad, contextura, color de cabello, altura) me veré obligado a elegir entre dos opciones:

1. ASumo que todas son la misma, y que la película es una especie de viaje psicotropico.
o
2. Busco otra manera de diferenciarlas, la voz, cicatrices, color de los vestidos, etc.

Pongo el ejemplo de las mujeres japonesas porque me ha ocurrido. Y sé que a una persona en Japón podría ocurrirle algo similar al ver nuestras novelas.

 Vemos sólo lo que estamos acostumbrados a ver, y tú y yo estamos acostumbrados a ver cosas distintas. Esa brecha es insalvable, nunca podremos cruzarla y eso me asusta. Porque escribo para que tu me leas, no para escuchar mi propia voz, y sin embargo no sé si serás capaz de escuchar mis palabras o si yo seré capaz de entender tus respuestas.

martes, 6 de enero de 2015

6. Dudas

Hace años leí "El club Dumas", una inquietante novela de intriga, lectura y religión escrita por Arturo Perez Reverte. Y la amé, pero creo que lo que más me gustó es una cita que aparece al inicio, que es de "Scaramouche", una novela de Rafael Sabatini. La cita en cuestión es:

"Nació con el don de la risa y con la única intuición de que el mundo estaba loco. Ese era todo su patrimonio"

 Siempre quise pensar que era lo mio. Tengo la capacidad de reirme a menudo porque desarrollé el sentido del humor a una edad temprana como un mecanismo de defensa, siempre he creido que el mundo está loco porque supone que el loco soy yo. Y tengo esa rara cualidad que llaman amor fati, y es el ser capaz de aceptar mi destino sin resentirme por él. 

Pero la risa no es mi don. La duda lo es. Cuando la gente me enseñó sobre Descartes pensé que sería lindo eso de estar seguro de que uno existe. Yo no creo en nada, de todo dudo. No creo en los compromisos de la gente, ni en sus buenas intenciones, no creo en mis buenas intenciones.  De hecho, creo que tengo problemas mentales o algo, porque no puede ser normal dudar de algo. 


No pienso que sea especial por mis dudas, asumo que todos las tenemos. Que todos vemos subtextos en todas partes y que simplemente no los mencionamos por educación.

lunes, 5 de enero de 2015

5. 2015

Hace años que no hago propositos de año nuevo, tengo una lista de cosas que pienso serían una buena idea poner en práctica, cosas como hacer listas, entrar al gimnasio, conseguir un trabajo, escribir este blog, invitar a alguien a almozar, reconectar con gente.

El 2015 es un año que me asusta. Creo que en los últimos meses de 2014 dejé unas bases sentadas para asegurarme de que 2015 empezara bien, pero el tiempo se mueve lentamente cuando se está esperando y actualmente no puedo hacer nada más. Me preocupa que los planes no den fruto como se esperaba, me preocupa no dar la talla para lo que quiero, me preocupa el rechazo de una invitación que haré pronto, me preocupa estar en este mismo lugar dentro de seis meses. Me preocupa fracasar.

No me asusta el fracaso en sí, tengo una larga experiencia en eso de decepcionarme a mí mismo y en ver como mis planes se caen al piso; quizás no está bien que yo lo diga, pero he fracasado suficientes veces para haberle perdido el miedo. Lo me que asusta es lo que viene despues del fracaso, el lidiar con la decepción, el encontrar nuevos rumbos, el construir nuevos sueños y planes, el volver a lanzarse al vacío con la esperanza de que esta vez mis alas sí me sostengan y pueda despegar.

Cuando tenía 9 años me puse a pensar en el futuro. Dibujé una escalera en la que cada escalon era un año académico. Despues de 11, venía un ultimo escalón particularmente largo que decía Universidad. Y luego anoté con letras grandes: VIDA.

Quizás parezca tonto pero siento que mi vida se quedó en pausa. Que tengo hacer meritos para volver a estar vivo, o para empezar a estarlo. Cada nuevo fracaso me obliga a postergar un poco más la vida, y me desespera escuchar constantemente esa voz que me dice: ¿Cuándo comenzamos a vivir?

domingo, 4 de enero de 2015

4. Compañia

Mi familia es bastante unida entre sí, con mi excepción. Yo los quiero y ellos me quieren, pero cuando estoy con ellos nunca termino de sentirme cómodo. No es que tengamos costumbre extremadamente distintas, ni que nuestras creencias difieran profundamente, ni que yo sea una persona extremadamente antípatica. El problema es sencillamente que no tengo nada de que hablar con ellos.

Cuando nos reunimos se arman los mismos grupos de siempre, en general yo roto entre ellos, sobre todo escuchando. De vez en cuando digo algo, casi nunca recibo respuesta, y luego me voy a otra parte. Al final de la noche ( o la tarde) suelo terminar en algún rincón solo pensando en todo lo que quiero que pase en el futuro, y a veces reflexionando sobre cómo se sentiría no estar solo.

Desde que empecé a estudiar en Bogotá, hace unos 10 años, siempre tuve esta fantasia de llevar a alguien a mi casa, una novia o algo así,  alguien a quien hablarle de mi familia como le hablaría de la humanidad a un extraterrestre. Alguien con quien compartir esas reuniones y esos rincones. Alguien que le dijera cosas buenas a mí a mis padres, tios y primos. Alguien que me diera credibilidad. Me gustaría, lo digo en serio, alguien para eso.

No me malentiendas, no me desespera mi soledad y no pretendo que otra persona me dé valor. Lo que quiero es algo de reconocimiento social, una prueba de que si estoy solo durante sus reuniones no es porque no quiera estar con ellos sino porque solo estoy bien.

sábado, 3 de enero de 2015

3. Mi doble

Es curioso que una de las películas que todos me recomendaban durante 2014 haya sido Enemy, que está basada en "El hombre duplicado" de José Saramago, y consiste en la historia de un hombre que descubre a una persona idéntica a él y que trabaja como extra en diversas películas. Es curioso porque yo tambien creo tener un doble.

Las primeras noticias que tuve de él me llegaron por boca de un amigo que para estas fechas ( navidad) siempre se iba para medellín. En esa ciudad la condición economica de su familia no era la mejor, por eso cuando me dijo que me había visto por el barrio dije algo como: -pues estuve trabajando de sicario en las fiestas- o algo por el estilo. Pensé: Listo, tengo un doble pero está en medellín, y todos tenemos un doble en algún lado.

Cuando me fuí a estudiar a Bogotá, me llegaron más noticias de él. Seguían viendolo en medellín, pero hizo un par de apariciones en Bogotá. Decían que me habían visto en Maloka o que se habían topado conmigo y no les había saludado. Yo siempre les decía que tenía un doble, pero nunca me creían, para ellos era todo un chiste y para mí era algo normal, algo que le ocurría a todo el mundo.

Desde que regresé a Cartagena en 2009, no había pensado mucho en el doble. Cada vez que alguien viajaba a Medellín, les decía que si lo veían lo saludaran.El año pasado volvió a aparecer, y lo que es peor, cerca de mi casa. Una buena amiga jura que me vió cenando en Getsemaní el 25 de diciembre, pero yo ese día estaba en Turbaco, pasé alla la noche.

Mis teorias sobre mi doble son las siguientes:

1-Soy yo dormido o en trance, de tal manera que hago cosas sin saberlo y luego creo recuerdos para explicar mis lagunas.
2- Es una proyección de mí mismo, un tipo de bilocación profana que se produce cuando tengo muchas ganas de hacer algo pero decido no hacerlo.
3- Es un gemelo malvado que quiere arruinarme la vida. El problema de esta teoría es que para ahora ya debería haber sido capaz de ver el patrón de sus ataques.
4- Es mi hermano perdido y el destino quiere que nos encontremos para que por fin tengamos alguien decente con quien jugar en equipo.

viernes, 2 de enero de 2015

2. Bienvenidas y regresos

Hay una historia que he intentado escribir durante años, consiste en el regreso de un hombre a su casa en medio de la noche. Él había partido unos años antes y teme encontrarse con su familia porque sabe que no le van a recibir con cariño sino con reclamos. Aún así, regresa a su casa, quiere verlos, saber que están bien, no está seguro de que le permitan quedarse. Sin embargo, cuando es descubierto, le piden que no se vaya más, que lo extrañaron, que lo quieren.  Probablemente sea una historia tonta, pero es muy cercana a mi corazón.

La historia se me ocurrió porque un día volví a un lugar que había sido como mi casa. Me había ido unos 4 años antes sin despedirme ni contarles a donde me iba. Sólo desaparecí, y nunca volví a contactarlos, pero, cuando me encontré con las mujeres que regentaban el lugar, me abrazaron, me besaron y fue como si nunca hubiera pasado el tiempo, como si siempre hubiese permanecido a su lado.

Ayer me pasó algo similar. Hace un año me separé de una amiga, pero ayer me dió por visitarla. No le avisé nada, sólo llegué a su casa, pregunté por ella y la abracé cuando salió. De nuevo, esperaba comentarios mordaces, quizás algunos reclamos, pero las cosas no ocurrieron así. Todo fue cariño.

Creo que soy una persona con mucha suerte, cuando regreso siempre obtengo cariño. También cuando la gente regresa solo obtiene de mi cariño. Soy demasiado infantil para mantenerme molesto con la gente y demasiado terco para dejar de quererla. Sólo digo que ahora que está iniciando un nuevo año, espero que en mi futuro aún hayan muchos regresos y bienvenidas cariñosas.

jueves, 1 de enero de 2015

1. Invulnerabilidad e Incomodidad

Cuando tenia 7 años mis padres se separaron por un mes, más o menos. Cuando tenía ocho, me enviaron a pasar un mes con familiares en otra ciudad mientras resolvian cosas. Cuando tenía nueve se volvieron a separar, y en esta ocasión les tomó un par de años volver a estar juntos. Desde entonces, creo, no han vuelto a separarse pero han tenido problemas por terceros en discordia. El problema ha sido siempre el mismo, infidelidad,  y no sé en que momento decidí que era su problema y no el mio. Es su problema si mi papá no puede cambiar y mi mamá es incapaz de dejarlo. Es su problema si mi papá es un poco dominante y mi mamá tiende a ser pasiva. Es su problema.

Hoy ocurrió algo  de lo que no creo que sea necesario hablar, una confusión pendeja entre números, una serie de mensajes estremecedores y una especie de conmoción familiar que mi madre manejó con mucha calma, aplomo e historias creibles. Pienso que no le creo a ella, y pienso que no fue una confusión; pero sobre todo pienso que me he vuelto inmune a esas cosas. Pasó lo que pasó y cuando tuve que reaccionar pensé que no tenía nada que decir ni sentir.

No, no me molesta si mis padres se separan o se divorcian. Yo tengo mi vida propia y no voy a sufrir una crisis emocional si lo hacen. Lo qué sí me preocupa es mi comodidad, puede que sea invulnerable a sus problemas, pero me incomodan. Si se separaran tendría que visitarlos a ambos, llamarlos a ambos, lidiar con ambos por separado. Incluso si no lo hacen, sus problemas tornan el ambiente de la casa tenso y quizás deba partir antes de lo planeado.

En todo caso, así empieza este año, con conmoción familiar y regreso al blog que me hizo más feliz durante el 2014.