viernes, 9 de enero de 2015

9. Finito

"Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile." decía Hipocrates. Bueno, él no decía eso porque la frase está en latín e Hipocrates era griego. Decía más o menos lo mismo pero en griego. Si lo hubiera dicho en español hubiera sido algo como: "La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, confusa; el juicio, dificil".

A mí siempre me ha gustado esa frase, me recuerda siempre lo limitados que somos los humanos. La vida no será nunca suficiente para hacer todo lo que deseamos hacer y aprender todo lo que anhelamos saber; los caminos posibles ( y sus desvios e interconexiones entre sí) son contados y solo podemos acceder a ellos en ciertos momentos; nuestras interacciones con el mundo y las demás personas sólo podemos comprenderlas a través de nuestros conocimientos, expectativas y memorias, y siempre es posible que nos estemos equivocando. El juicio, tomar decisiones, saber qué es lo mejor, qué es lo más sabio, es dificil. Como humanos, nos enfrentamos todo el tiempo a lo desconocido y nuestras herramientas son limitadas.

Hay quienes se sienten asustados por eso. A mi me emociona. Claro que da miedo equivocarse, dar un paso en falso y caer al abismo o ser devorado por una ballena; pero a pesar del miedo me alegra saberme limitado y mortal. Aunque eso sí, la mortalidad no tiene sentido sin elecciones. Tenemos sólo una vida para enamorarnos, para aprender, para viajar, para ver televisión, para estar con la familia. Y cada vez que elegimos algo o alguien, estamos dandole una importancia suprema, estamos diciendo: En el interminable mar de la vida, es a tu puerto, a tu isla, que quiero llegar. No porque no tenga más opciones, sino porque te he elegido a tí para disfrutar de la porción de eternidad que me pertenece.

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