jueves, 15 de enero de 2015

15. Dorar la pildora

Ocurre que yo supongo que soy algun tipo de intelectual. Y ocurre tambien que los otros intelectuales me caen mal. Es una tendencia que empecé a notar cuando tenia 13 años, yo estudiaba con una chica llamada Lina que se creía lo más porque se sabia los nombres de los autores de algunos libros importantes. Quizás sobre simplifico el asunto, ella quizás si tenía algo de inteligencia rescatable y como tuvo unos 4 novios antes de graduarse ( y todos eran chicos malo, esto es importante) seguro que además era interesante y besaba rico o algo. El punto es que un día, para demostrar que yo no sabía nada se puso a preguntarme cosas sobre literatura, yo pienso que ella hubiera podido lograr dejarme mal ( y es que seamos honestos, yo nunca recuerdo nada.(Seré muy intelectual, pero soy extremadamente olvidadizo)) sin embargo, en la segunda pregunta no admitió mi respuesta por un asunto tecnico y me emputé.

Ella me preguntó quien había escrito Dracula, yo dije: "Duuhh... Bram Stoker, la clase de biologia no es un momento adecuado para andar molestando. Dejame dormir.". Entonces se rió, el profesor nos miró y nos dijo que dejaramos de molestar. Ella empezó a cantar: "equivocado, equivocado". Me dí la vuelta y levanté la mano para pegarle. Yo estoy en contra de la violencia, pero ella se había ganado un golpe suave o algo, creanme.  El profesor nos sacó del salón, nos dijo que iba a llevarnos en persona a donde el coordinador, y mientras esperabamos afuera, en medio de las risas, Lina me dijo: "Bobo, no se llamaba bram. Se llamaba Abraham."

Yo nunca le pegué a Lina. Pero desde ese día casi siempre que conozco a gente intelectual que se fija demasiado en cosas pendejas ( y todos lo hacen ( excepto los cheveres como yo, pero nosotros somos mañosos de otras maneras) todos) me dan ganas de pegarles y me voy del lugar. Hoy quería explicar porqué pienso que la división entre cultural y comercial es una pendejada, pero lo dejaré para otro día.

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